Ya con los Ayuntamientos y corporaciones locales a pleno rendimiento y tomando las primeras decisiones quiero centrarme en algunas decisiones que algunos Ayuntamientos españoles están tomando, en un cambio de sentido claro hacia políticas incomprensiblemente contrarias al sentido común.
Parece -como ya he comentado en artículos anteriores en este blog- que la hora de la movilidad ha llegado. Sin duda, la gran asignatura pendiente en nuestro país, donde es fácil comprobar que en España, llevamos 10 años de desventaja respecto a la mayoría de países de la UE.
Todavía hoy se siguen realizando numerosas obras y tomando medidas en pro de la movilidad que distan mucho de ser las ideales y, sobre todo, que rara vez están pensadas para el peatón en primer lugar y para el coche en último lugar.
Seguimos en España pues, anclados en un modelo de movilidad ampliamente caducado, ya que se piensa primero en el coche antes que en el peatón para urbanizar y reurbanizar las calles. Salir de este modelo depende en buena partede la valentía que tengan las corporaciones para aplicar medidas coherentes y lógicas con las demandas actuales, pero sin objetivos ni criterios claros, las medidas se seguirán tomando "al azar" y no siguiendo unas razones que se atengan al sentido común y al valor de las personas.